El aumento de los impuestos al consumo y a las actividades productivas generalmente trae aparejado el inmediato traslado a los precios, con lo que terminan pagando estos aumentos los trabajadores, mellando muy hondo el presupuesto familiar.
En momentos donde se percibe una desaceleración del crecimiento económico, donde el salario es sacudido y depreciado por la inflación, aumentar regresivamente los impuestos, traslada el costo de la crisis a los asalariados.
Nos oponemos como representantes de los trabajadores a elevar las alícuotas del Impuesto a los Ingresos Brutos y mucho menos a aquellas actividades que son el sostén del modelo productivo de la Provincia. Estas medidas solo pueden promover la desocupación o el aumento de la precarización laboral.
El Gobierno provincial, ha aumentado los gastos corrientes en más de un 300% en lo que va de su gestión.
No se han rendido cuentas, ni se advierte cómo se han aplicado el aumento de los recursos en la composición del gasto público. Ni siquiera contamos con una Ley de Presupuesto que ordene dicho gasto.
Se proclama una transparencia que verdaderamente no existe y en lugar de avanzar en el fortalecimiento de las finanzas públicas, se evidencia un fuerte déficit, producto de la improvisación y la ausencia de políticas públicas.
Esta improvisación está caracterizada por el incremento de la deuda con los organismos previsionales y de la obra social, acudiendo a anticipos de regalías, renegociación -entre gallos y medianoche- los contratos petroleros, a la incorrecta utilización de fondos específicos, a la desinversión en obra pública, al endeudamiento con proveedores y al incumplimiento de pago con los docentes universitarios, asociaciones privadas de la educación, Bomberos, Municipios, etc.
La Gobernadora no puede tener tanto descaro cuando, por un lado, prorroga el pago de 38 millones de dólares a la empresa china TDFEQ e incrementa ferozmente la planta política y el gasto público y, por el otro, quiere manotear recursos a los municipios, desfinancia al IPAUSS y no bastándole con eso, quiere ahora pedirle al sector privado que financie semejante desparpajo.
Nos oponemos a seguir engrosando una fiesta en la que el trabajador es mero observador, y al que -en definitiva- se pasa la factura, promoviendo por la vía del incremento de los Impuestos, mayor recesión y aumento de la canasta familiar. Mientras que por otro lado no se gravan las actividades improductivas o se revaluá la propiedad rural.
Nos solidarizamos con los trabajadores de la Industria Local, quienes reclaman por recuperar la estabilidad laboral en sus fábricas y con los empleados del comercio y actividades productivas, que ven amenazados sus puestos de trabajo.
Reclamamos a los Sres. Legisladores un estudio minucioso de estas pretendidas leyes, la participación activa de las organizaciones laborales en el debate, y el reclamo de mayor transparencia en los gastos del Gobierno y el manejo de los recursos. Aunque, la verdad, para ser sinceros y honestos, no tenemos ninguna confianza en que puedan actuar como oposición constructiva a este Gobierno. Más bien son sus más apreciados cómplices.
Miguel OLIVARES Juan Carlos ARIAS
Secretario General Secretario de Prensa
CGT Regional Ushuaia
No hay comentarios:
Publicar un comentario