domingo, 25 de abril de 2010

Columna Vox Populi: Plegaria y mandato histórico


Columnista Quique Dopaso, de Programa Radial Sangre Barrial Protagonismo Vecinal, que se emite por Radio Activa Comunitaria 98.9, todos los sábados de 14 a 16hs.

El pensamiento dominante no se mantiene más de 50 años!!. Esto no es una expresión de deseo. Memoricen y hagan los cálculos. La batalla no será con armas; será desde las ideas.
Aunque la inteligencia autista de los gerentes de turno, intenten una y otra vez explicarnos una y otra cosa, lo cierto es que nadie se llama a engaño: La riqueza , en la Pcia, en el país y en las naciones, la generamos nosotros:…
LOS TRABAJADORES. Justo es, entonces, que reclamemos la equitativa distribución de lo que creamos cotidianamente: en fábricas, aulas u oficinas, en la ciudad y el campo, en la actividad privada y estatal, en negro y cuentapropistas. No nos resignamos a convivir con la desocupación, ese tributo de humillación social que exige la voracidad siempre perversa del sistema. La clase trabajadora fue, es y será el motor de la historia. La aceitada superestructura cultural de los dominadores, ya no tiene consenso social para convencer sobre las bondades del régimen de saqueo y sometimiento, de persecución y discriminación.
Ni el más desprevenido de nuestros compatriotas se traga la píldora de la desaparición de las ideologías. Y mucho menos del trabajo. ¿De qué vivarían los pueblos y los países si no fuera del trabajo humano? No existe aún maquinaria tan exacta para que la reemplace. Esa ecuación, tan sencilla como natural, no ha podido ser rebatida por los que mandan o dominan a sangre y fuego. Por tanto, es de una lógica irrefutable. Hoy no es una utopía que en la argentina (donde se produce alimento para 350 M de habitantes y llegamos a la media de “casi” dos cabeza de ganado por habitante, plataforma submarina más rica del mundo, tres diferentes clímas en el mismo día en mismo territorio y se desaprovecha en términos agrícola-ganadero) el pueblo se alimente, se eduque, viva sanamente de su trabajo y bajo un techo digno.
Si la renta Nacional y Pcial, no se distribuye correcta y justamente, lo que genera es: hambre, pobreza y esta asombrosa, injusta y perversa desigualdad. Que además se hace cada vez más grande, día a día. Justo hoy con el incremento de la tecnología y donde al menos desde la filosofía y la lógica, sabemos que la pobreza y demás flagelos, ya se sabe cómo combatir… Con dinero; justo y equitativamente distribuido con trabajo. A pocos días de conmemorarse otro 1ero de Mayo, es legítimo plantearse la reescritura de un pensamiento estratégico, que trascienda cualquier cronograma electoral y tome como objetivo irrenunciable la construcción multisectorial de la Justicia Social, (palabrita, que molesta mucho a la oligarquía y que la clase obrera, ha dejado casi en el olvido). Durante más de dos o casi tres décadas hemos comprobado, y en carne propia, que con la llamada Democracia Representativa y Liberal, no se come, no se educa, ni se sana; por lo menos en igualdad para todos los habitantes de éste bendito suelo.
Los trabajadores tienen una experiencia vital, muy arraigada en la memoria, de lo que fue la participación en la distribución del ingreso, en la organización para la lucha sindical y su relación con el gobierno del Estado. Saben que los mayores grados de legalidad y derechos adquiridos para el conjunto del pueblo fueron el resultado de procesos en los que protagonizaron claras instancias de democracia participativa y activa, la lucha social.
Por lo tanto, no es descabellado esgrimir la realización de una “Constituyente Social” en nuestra Pcia (la más Austral) y en todas y cada una de las Pcias de nuestra Argentina.
La idea es presentarla como la posibilidad de promover un proceso multisectorial y unificado de construcción y articulación de una experiencia política capaz de dotar al Movimiento Popular de los Trabajadores, de capacidad estratégica transformadora para sentar las bases de un nuevo Estado que resuelva las desigualdades y fundamentalmente, algo inaudito en un país generador de riquezas; la pobreza.
Hagamos camino, entonces, a una Constituyente Social con la idea de conjugar la unidad en lo diverso, de reconstruir el Estado a partir de privilegiar lo público sobre lo privado (Motor generador), de recuperar el dominio y uso de nuestros recursos naturales, desmontar el andamiaje legal del coloniaje, deshacer las nuevas y sofisticadas formas de usura y esclavitud, enfrentar la concentración económica y la exclusión (cada vez más marcada), defender el medio ambiente e impulsar un proyecto soberano de reindustrialización.
Subamos a nuestra conciencia y a nuestra actitud, la idea de pertenencia de clase. Forjemos en nuestro interior ese león, pensador- trabajador que lleva en sus hombros el legado de nuestros mártires y el compromiso de sembrar el futuro de nuestra descendencia. Pero siendo Conscientes, que ése punto de cruce (pasado-futuro), es en nosotros mismo, allí es donde reside nuestro estigma:
El mandato histórico.

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