viernes, 26 de septiembre de 2008

Bombero


Tengo 64 años. Nací en una aldea gallega y vivo en Barcelona. Hoy hace 43 años que soy bombero de Barcelona. Estoy viudo y tengo tres hijos treintañeros y dos nietos (2 y 5 años). ¿Política? Estabilidad, bienestar y buena gestión. ¿Religión? No tengo tiempo, lo mío es trabajar

¿Cuántos fuegos ha apagado?

¡Miles!

¿Ha sido duro?

Ha sido fabuloso. Este parque de bomberos ha sido mi casa durante 43 años. Pronto me jubilo..., y ya me siento apenado.

¿No se ha arrepentido de ser bombero?

¡Jamás! Allí donde llega, un bombero es recibido con los brazos abiertos, siempre. Y es muy satisfactorio sentir la gratitud del ciudadano al que ayudas: ¡eso te compensa de todo! Ayer mismo, una pobre viejecita tirada en el suelo de su casa...

¿Qué pasó?

Se le rompió el fémur, cayó al piso y no tenía nadie a quien avisar. ¡Esto es algo que cada día está pasando más!: personas mayores que viven solas, sufren un percance en casa... y llaman a los bomberos.

¿Cuántas salidas hacen al día?

En Barcelona, unas cuarenta salidas diarias.

¿De qué tipos de servicios se trata?

Accidentes domésticos como el que le comento y gente atrapada en ascensores.

¿Tantos sustos dan los ascensores?

Sí, ¡y más daban cuando no había móviles! Alguno se quedó en el ascensor de la empresa desde el viernes por la tarde hasta el lunes... Ahora basta una llamada de móvil y vamos.

¿Qué me aconseja hacer si me pasa?

Serenidad y paciencia. ¡Le sacaremos!

¿Y si hay un incendio en mi escalera?

¡Quédese dentro de su piso! Selle la puerta de su piso con toallas mojadas y asómese a una ventana o balcón, para que le veamos.

¿Y si el fuego es dentro de mi piso?

Cierre bien la puerta de la estancia donde haya fuego, para quitarle oxígeno, y facilítenos el acceso a su vivienda.

¿Cuál ha sido su peor incendio?

No puedo olvidar uno que provocaron tres niñas jugando con cerillas cuando los padres no estaban: una salió del cuarto, pero las otras dos se escondieron en un armario... y cuando llegamos el piso era pura llama, estaban ya muertas. Lo tengo grabado...

¿Ha corrido usted peligro?

Pensé que todo había terminado cierto día en un almacén de cartones en llamas: me dieron orden de salir, lo que haces siguiendo el tubo de tu manguera. Pero unos fardos ardiendo habían caído sobre mi manguera, y sólo veía humo y llamas. ¿Por dónde tirar? ¡Nunca me había sentido tan solo!

¿Qué hizo?

Salté los fardos... y tuve suerte: reencontré la manguera. La seguí y escapé con vida. Si no llego a encontrarla, no estaría aquí.

¿Algún amigo suyo ha muerto?

El amigo Bufill, en una fábrica de televisores en el Poblenou, en los años setenta, y dos compañeros más: los rodeó el fuego... A todos los colegas muertos en servicio los recordamos en unas placas que tenemos aquí.

¿Qué debe tener un buen bombero?

Ganas de servir, saber dónde pisa y no asustarse. Ser responsable, no alocado, pero hay que dejar el miedo en la puerta. Cuando alguien está en peligro, sólo debes pensar en salvarlo, no en lo que pueda pasarte a ti.

¿Qué diría a quien sueñe ser bombero?

Ven si te gusta servir, si hacer esto te ilusiona. Si es por ser funcionario, no vengas.

Y habrá que estar cachas...

Hay que cuidarse. Yo suelo correr, y ceno fruta. Y vengo siempre hasta aquí caminado desde mi casa, en Sagrera: son cinco kilómetros en una hora.

Los bomberos tienen fama de ligar lo que quieren...

Ja, ja..., es verdad, hemos tenido ese atractivo... Hoy veo a las chavalas que vienen a recoger aquí a mis colegas jóvenes y..., ¡caray, qué envidia! Pero nadie se ha hecho bombero para ligar, ¿eh?, eso no.

Habrá vivido también situaciones chuscas, ¿no?

Aún se ríen los que durante unas inundaciones, al rescate de unos vecinos aislados en su azotea, me vieron bajar el primero del camión y al pisar un charco... ¡desaparecí!: me hundí en un foso de tres metros de profundidad, inundado.

¿Y alguna vez ha tenido que rescatar al tópico gato?

¡Por supuesto! Me recuerdo trepando por un árbol y el gato ascendiendo cada vez más. Yo empuñaba un gancho para cazarlo..., pero temía dañarlo. Al final el gatito saltó al suelo desde un montón de metros, ¡y tan campante!

¿Qué diferencia hay entre los bomberos de hace cuarenta años y los de hoy?

Quizá entonces teníamos más fraternidad, por los tiempos tan duros que compartíamos. Añoro aquellas relaciones estrechas.

¿Y de dónde viene lo de tienes ideas de bombero?

De que en situaciones delicadas se nos ocurren soluciones que pueden parecer tontas, pero que funcionan.

Como a MacGyver.

Es la experiencia, y que un bombero debería saber un poco de todos los oficios. Aquí, antes, ¡hasta montábamos motores y carrozábamos nosotros mismos los camiones!

¿Recuerda su primer servicio?

Sí, a los 21 años. Alguien se había arrojado a la vía del metro. Al llegar me pareció un niño, pero... es que no tenía cabeza ni piernas. Hoy sé además que los cadáveres empequeñecen... Era una mujer. Fue el primer cadáver que veía. Luego ya he visto de todo...

¿Y qué balance hace?

Que volvería a empezar. Yo vengo cada día aquí con la ilusión del primer día. No sé hacer otra cosa, se lo reconozco…

Miércoles, 24 de septiembre de 2008La Contra| página nº 68Más Noticias de
La Contra "Para ser bombero hay que dejar el miedoen la puerta"Veterano
Mientras charlamos en el parque de bomberos del Eixample suenan un par de veces las sirenas, y llueven bomberos del techo desde agujeros con barra y salen en camiones. Ares, que hoy ejerce de chófer del jefe, tiene permiso para estar por mí. Es el bombero más veterano de la ciudad (número de funcionario 3.677), se jubilará dentro de nueve meses con casi 44 años de servicio ¡y ya siente añoranza de su vida de bombero! Entró con 21 años, lamenta que sus hijos - que son ingenieros- no le hayan seguido en el cuerpo y le encantaría que alguno de sus dos nietos fuese bombero del siglo XXI. Eso sí, con más compañeros, medios y recursos, que es lo que le pide desde aquí al alcalde.

Aporte del Lic. Oscar Lobo

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