sábado, 6 de febrero de 2021

Notas Ártika – Pañuelos Amarillos: “El problema en TDF es que el abusador queda libre y viviendo cerca de la víctima”


Pañuelos Amarillos es fundación que nació en Tucumán. Acompaña a las víctimas de abuso durante el proceso judicial que sigue a la denuncia. “La sociedad excluye a la víctima y no al abusador”, señalan.

“Pañuelos Amarillos tiene como fin “acompañar a las mamás que han realizado las denuncias de abuso sexual infantil, sin banderas políticas y la única condición para ser parte es tener una causa judicial o haber sido víctima de abuso y querer participar, colaborar con estos procesos de visibilización y acompañamiento hacia las madres”, explicó en Ártika la abogada fundadora de la organización, Colomba María José Nasca.

La letrada sostuvo que “queremos ayudar a las madres a que resistan la agresión que muchas veces viene, incluso, de su propia familia. Les dicen cosas como para qué denunciaste o mirá en el lío en el que nos metiste, y nosotras les damos una mano para que se sientan contenidas”.

La organización cuenta con un grupo de What’s App donde reúnen a víctimas de todo el país, y se hacen soporte mutuo, “y eso para ellas ya es una alivio”.

La fundación nació a partir de “un vacío legal que hay entre el trabajo de los abogados, los psicólogos, el Poder Judicial y las víctimas. Muchas mamás que se han animado a hacer la denuncia de abuso infantil caen en un agujero negro porque el letrado interviniente de la causa en ese momento no les brinda muchas explicaciones, la fiscalía las confunde y no saben por dónde seguir. Además, muchas veces entran en una situación de crisis y pánico porque hacen la exposición, el abusador queda suelto y la gente no entiende si miente el acusado, la madre o el niño”, explicó Nasca y resaltó “que en los casos donde hubo vínculo familiar, muchas veces el abusador vuelve a buscar a la víctima para que renuncie a la denuncia”.

Colomba sentenció: “Nos hemos dado cuenta en Tucumán -donde ella reside- existe una cantidad importante de mamás que hacen la denuncia de abuso y quedan absolutamente solas, aun cuando tienen abogados o psicólogos porque no tienen protección de nadie. Nosotros siempre distinguimos entre familia protectora y familia encubridora. La segunda suele ser la del abusador, que, por vergüenza, desprestigia a la madre y la familia protectora, que es la que se queda con la víctima y muchas veces desiste rápidamente del tema”.

Además, la abogada consideró que otro de los factores fundamentales es “el alto costo del valor del servicio de los representantes legales, los letrados son caros, los peritos son caros, y entonces, al no lograr poder costear los gastos, la víctima queda sola y cuando no, que es el caso de Tierra del Fuego, a pesar de que haya abido varios abusos denunciados, el acusado sigue libre y vive cerca de la víctima y, en esta situación de desigualdad y extrema vulnerabilidad, nadie protege al niño, cuando toda la sociedad tendría que salir a defenderlo, porque la criatura ya ya ha sido lastimada tanto física como psicológicamente”.

“Nosotros, desde la Fundación, estamos acompañando a Romina la mamá que realizó la denuncia por abuso infantil de la ciudad de Río Grande, el gran problema que tienen la mayoría de las madres, como por ejemplo Romina en Tierra del Fuego, es que el fiscal no toma la decisión de dictar la prisión preventiva al imputado y lo deja en libertad por lo que no se hace prevalecer el principio de protección, interés superior del niño por encima de la presunción de inocencia del imputado y de que debe pasar el proceso judicial en libertad hasta que obtenga una condena. Entonces, el que queda en la calle con el abusador es el niño. El caso de Romina se agrava porque el abusador vive en el mismo edificio osea que hay niños que no pueden dormir del solo hecho de tener que ver a su abusador, la mayoría de las víctimas no puede vivir de miedo, sufren de pesadilla se orinan en la cama, no pueden controlar sus esfínteres, sufren de ataques de pánico que dura para toda la vida en algunos casos”.

La abogada Colomba Nasca dijo que, “en la mayoría de los casos, los abogados que intervienen en el proceso judicial del abuso se limitan y le dicen a la mamá: “Anda y hacé cámara gesel y ya vamos a ver cómo resulta y no le dan estrategias a la madres porque no se inmiscuyen porque juega mucho su responsabilidad; en cambio, nosotros la acompañamos, la asesoramos, hacemos que vea por dónde va a ir, le damos armas para que pueda afrontar este proceso, le explicamos en qué consiste un diagnóstico psíquico y a qué apunta. Así, la progenitora comprende de otra forma el proceso y tiene contacto con las pruebas, las fojas de los expedientes y los testimonios”.

Para finalizar, Nasca consideró que “hay una especie de pacto de silencio con la sociedad donde se excluye a la víctima y no al abusador, ya que sino la familia se veía obligada a romper todos sus lazos”.

Si querés saber más acerca de Pañuelos Amarillos visitá su Fanpage haciendo click acá.

Nota Periodístia: Periodista - Licenciada en Comunicación Social María Cristina Cerda Cañete

Fuente: Portal Ártika Noticias

Noticia publicada en la ciudad de Ushuaia, el 01 de septiembre de 2020.-

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