Homo sapiens u Homo concientis
Capitulo IV:
Como mis bonsáis… “Permanecer en pie”
(por Claudio Dominguez, adaptación Quique do Pazo)
Ser como “el ojo del huracán”; donde todo gira violentamente a su alrededor, pero en el centro permanece en vacio y silencio absoluto. Firmeza, pero sin rigidez (“las ramas del sauce, no las quiebra el peso de la nieve” dice un proverbio japonés). Es;.. permanecer en pie y generando algo parecido a una vida con todo el miedo permanente con que la sociedad intenta quitar los espacios de humanidad, que aún permanecen en el interior de cada uno de nosotros. Tanta tristeza, miedo, soledad, locura, división partidaria y odios religiosos, parecen mellar inexorablemente la energía de las personas. Sin embargo, por contradictorio que parezca, (La verdadera vida es contradictoria “vida/muerte”) son el desafío más perfecto para que contra esa malaria mental, nos hagamos más fuertes en nuestras convicciones, en nuestro viaje al interno, en nuestra capacidad de modificar el curso de algo anunciado por la negatividad externa. Revalorizarnos, practicando el autoconocimiento, observando nuestras fortalezas y nuestras limitaciones.
Hasta las profecías están hechas para no ser cumplidas y para que las cambiemos sobre la marcha, según nuestro despertar se haga firme y cada vez más claro, genuino, intenso, realizador. Somos artífices de nuestra historia, no actores tristes y lastimosos de las amenazas externas, de la ignorancia repetida del negocio materialista del mundo, que sólo parece vivir sobre la pérdida de nuestra energía individual, lo que los chinos llaman el Qi (chi) o energía vital.
Se nos dice permanentemente, que todo va tan mal, que pronto tendremos nuestro armagedón o fin del mundo y la mayoría de las personas lo creen; y entonces, les va cada vez peor. Se nos dice cuánto nos va costar sobrevivir, la gente lo internaliza y así perece rápidamente. Se nos asegura que son los peores tiempos (según la biblia, los mayas y tantos falsos profetas), y la gente “flojita” de coraje, lo acepta, y lo machaca una y otra vez en su cerebro y se arrastra de depresión en depresión. NO ES ASÍ?.
Basta!...basta de tanta negatividad “futurista”; porque es para un mañana inmediato; Pero nos olvidamos de vivir el hoy; es una verdadera hipocresía;… “sacrificar, hipotecar el presente, para estar “peor” en el futuro. Pues bien, para aquel que no quiere que sea así, para aquel, que quiere tomar las riendas de su creatividad de su ingenio, de su nobleza, de su servicio, para aquel que quiere una vida que se llame VIDA, y no sobrevivir penosamente en vano, cumpliendo funciones biológicas en forma repetida, rutinaria y sufrida.
Existen personas, a la que le está yendo divinamente bien, mejor que antes, mucho mejor, son personas que han creído en si mismos, en la oportunidad única de tomar coraje y creer que se merecen un cambio de rumbo radical en lo que era su vida tantas veces prisionera de la rutina.
Sepa, Señor lector, que donde está su pensamiento, está su creación. “Esa es su vida”!!,… “Usted lo cree, Usted lo crea”. El universo se rearma, según nuestras propias convicciones, según el amor con el que nos movamos y entreguemos, según el amor por nosotros mismos y por la existencia, somos nuestro mejor amigo, el único con el que podemos contar siempre, y de ahí ese amor, en instantes se hace extensivo a toda la humanidad y a toda la creación.
Hay una realidad muy superior y mucho más trascendente, que la ignorancia del mundo, que la noticia del noticiero de turno o el diario de mayor tirada mencionando siempre la misma mala noticia sobre política, economía, espectáculo, etc. También el diálogo denso de la calle, de quien ganó o perdió, de la crisis, la economía en continua decadencia, etc. El rum-rum del rebaño, el rumiar constantemente la mala onda, que además se lamenta y genera víctimas que se hunden cada vez más (codicias, miedos, frustraciones, envidias, etc). Insisto, existen personas a la que le va fantástico. Son luminosos, graciosos, valientes, y profundamente amorosos. Son agradecidos a esa conciencia divina de abundancia, no sólo en lo económico (que importa si está lo justo y necesario), sino en lo afectivo, social, familiar y de paso generando salud en el cuerpo físico la auto sanación de la que hablámos en capítulos anteriores de “Homo Concienttis”. Las crisis van y vienen, los Argentinos conocemos muy bien éste “invento social actual” para la manipulación espuria, no nos dan tregua, en un país inmensamente rico y con tan pocos habitantes. Lo único que puede detener el tiempo es el despertar del Ser. Son las razones de VIDA, que la razón jamás va a entender.
Situarse en lo que realmente somos y vivirlo en plenitud de una vez por todas. Dejar de repetir las frases célebres de los grandes gurúes y/o religiosos, y vivirlas en serio, de verdad. Dejar el recitado de memoria de las enseñanzas y hacerlas carne en nuestra vida diaria (comprender, no tan solo aprender). Dejar las técnicas y viajes esotéricos compulsivos y amar en serio todo lo que existe y a todos en cada respiración. Hacer crecer la verdadera compasión, es decir la compasión hacia la vida, al amor, a la naturaleza, a la creación. Dar gracias por lo que tenemos (salud, familia, amigos) y por lo que no tenemos (enfermedad, pobreza de espíritu, etc)
No engancharse con la mirada del otro, con la visión y la crítica del otro. El otro, lo hace desde su propio dolor desesperado, ni siquiera es personal, es su forma, si se quiere, dolida de sobrevivir; echando afuera las pestes de lo que no se atreve a superar en su propia historia. Amor, compasión, coraje, armonía, paz, dicha. Es una sucesión indetenible, un regocijo interminable y un verdadero Arte de vivir.
En la India se lo conocen como Samsara y Nirvana; es decir el mundo denso material y el sutil espiritual. Los dejo con Oliver Shanti y “El sagrado nirvana”
Quique Dopazo, Ushuaia Bonsai “Lo eterno en las cosas simples”.
www.ushuaiabonsai.blogspot.com
