sábado, 3 de agosto de 2013
TRIBUTO A LA PACHAMAMA
La espiritualidad de los Pueblos Andinos se manifiesta nuevamente en un grito de agradecimiento a la "Madre Tierra", recreadora y dadora de vida. Desde tiempos inmemoriales, la ofrenda a la Pachamama encuentra una vez más su lugar en la memoria de los indígenas del Norte .En el interior de la percepción andina de la realidad, se distinguen ciertas dimensiones, la Pachamama es la dimensión de la Divinidad Restauradora y Recreadora de la comunidad humana. Los indígenas andinos, en lo profundo de su espiritualidad, practican la experiencia retribuida por medio de la ritualidad donde las ofrendas son expresiones simbólicas de contenido real y representan la intención y gratitud de la comunidad .Este es el sentido que tiene la ofrenda de la Pachamama. El término "pacha", como vocablo de los idiomas de los pueblos andinos, cómo el qhiswa (quechua),y el aymará, denota la totalidad del tiempo y espacio universal; expresa y significa la totalidad de la existencia de la vida.
Y el término "Mama", denota y significa el sentido de ser "Madre". En este sentido, se debe comprender la expresión Pachamama, como referente a la Madre de toda la existencia vital y universal, expresándose por medio de la Tierra. Es así como la tierra se convierte en el lugar por excelencia del ser; estar y de su acto de dar vida a la Pachamama.
La Pachamama, era así entendida como la Madre de los Cerros, misterio creador de la fuerza que anima la vida andina, que auspicia el viaje, que ayuda a vivir y a morir, a amar y a "olvidar". Más allá de la ciudad o país donde se celebren estas ceremonias, la Pacha Mama demuestra la resistencia de los pueblos originarios, la defensa de sus creencias y cosmovisiones. Es la supervivencia de la cultura e historias ancestrales, la sobrevida de una visión compleja que une al hombre y a su verdadera cuna: la Tierra.
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